La influencia de los iguales es considerada por muchas familias como un factor de riesgo que puede llevar a sus hijo/as hacia la delincuencia, la desobediencia y el consumo de drogas. Quieren identificarse al máximo con su grupo de iguales, hasta el punto de poner en entredicho o saltarse las normas y límites que los padres y madres proponen a sus hijos/as.
A veces percibimos que el grupo o pandilla de nuestros/as hijos/as no es de nuestro agrado y pensamos que pueden ser una mala compañía o malas influencias para nuestros/as hijos/as, pero es importante ser consciente y objetivo de las habilidades o déficit de ellas que demuestran nuestros/as hijos/as para afrontar determinadas demandas sociales.
En ocasiones, son comportamientos y actitudes que muestran los/las adolescentes para llamar la atención de sus padres por algo que estén viviendo o padeciendo. Por ejemplo, un chico que repite curso y ve que sus padres le han regañado y castigado por ello, al igual que el entorno escolar, sus profesores o compañeros, tenderán a relacionarse con chicos/as que sean y tengan sus mismas dificultades como forma de identificarse y se puede ver claramente el déficit en la autoimagen que esta situación le ha producido. Por lo que, hay que estar muy pendiente de reforzar comportamientos positivos en los estudios si se produce esta situación, porque tenderán a rodearse de chicos/as con los que se sienten más identificados, son regañados/as o castigados/as.
Habría que estar muy atentos en esta etapa si suceden algunos de estos déficits: